A tan sólo unos 20 kilómetros del Faro de Contis se encuentra Levignacq, que es sin duda, un precioso -y muy pequeño- pueblo típico de Las Landas. Me dirigí hacia Saint-Julien in Born y para llegar a este pueblo hay que pasar al lado de varias plantaciones de girasoles que estaban espectaculares y me volví loca haciéndoles fotos...
Me resulta muy curioso lo tranquila que es esta zona totalmente ausente de poblaciones... Para llegar al pueblo hay que adentrarse en el típico paisaje landés e ir por carreteras que solo tienen bosque a ambos lados... Y allí iba yo en mi coche, con mi música y mi mapa y disfrutando de la belleza del paisaje...

Y así llegué a la pequeña población de Levignaq, que es un pueblo típico y muy bien conservado. Todas sus casitas son tradicionales y están muy cuidadas...
La casas son de arquitectura tradicional y destacan por conservar las antiguas técnicas del adobe incluyendo madera y después encalando. La madera la suelen pintar de marrón oscuro, o a veces de otros colores, pero siempre resaltando este elemento de la fachada y a mí me encanta. Me gustan mucho las ventanas y el conjunto que forman las casas tan típicas...
Y además de ser un pequeño pueblo muy acogedor y con una arquitectura tradicional importante, cuenta con la Iglesia más antigua de la zona. Está dedicada a San Martín y data del Siglo XVI. Es un edificio de arquitectura religiosa típico de la zona y que conserva pinturas originales de la época sobre techos y paredes. Resulta curioso que se pintaron sobre la madera que separa la nave principal del altillo (es decir en el techo de la nave principal que resulta ser el suelo del altillo). En las paredes son cuadros de gran tamaño también sobre madera o lienzo.
Como no sabía si estaba permitido hacer fotos o no, hice un par de ellas, así corriendo (que parece menos pecado) y ahora veo que es resultado no es muy bueno pero al menos tenemos una muestra de lo bonita que es la Iglesia en su interior.
Se aprecia que está pintado directamente sobre las tablillas del techo. |
Cuadros colgados y pintados también sobre tablillas de madera, muy interesantes. |
Lo que más me gusta de los franceses es lo que adoran "vivir en el exterior" les gustan los espacios verdes, las sendas, los parques, los lugares tranquilos y además tienen sus casitas muy cuidadas, con preciosos jardines y las zonas comunes de los pueblos están superbonitas y son los mismos vecinos los que se ocupan de que el pueblo esté cuidado y bonito.
Antes eso también sucedía aquí, sin embargo ahora, todos esperamos a que las zonas comunes las limpie el Ayuntamiento y éstos no suelen disponer de medios suficientes, lo que hace que se vean los pueblos un tanto descuidados... A mí que me gusta conservar las tradiciones me encanta ver como los vecinos colaboran y trabajan para mantener todo el pueblo bonito y cuidado. Esto es un "plus" muy importante que da sus frutos. Porque los pueblos están bonitos y sus habitantes se sienten orgullosos...
Después de pasear por el pueblo, de visitar su Iglesia y de impregnarme de la magia del lugar, decidí que para cenar quería probar las delicias de la zona. Me dirigí al único restaurante del pueblo (o el único que yo ví), está en la plaza, justo en frente de la Iglesia (Les Genets du Vignac). Sabía que los platos más típicos de Las Landas son el foie gras y el confit, ambos de pato. Y esa fue mi cena, acompañada de una copita de vino de Burdeaux. El foie gras estaba absolutamente delicioso. Realmente exquisito, sin duda un manjar de Dioses, que yo he tenido la suerte de probar. El confit también estaba muy rico y el vino estaba espectacular. Tomé solo una copita y paqué 8 euros por ella, dado que seguí la recomendación del sommelier (el vino era Chateau La fleur Peyrabon, pero no he podido ver la añada...) sin duda una buena elección. La cena resulto ser sencilla y espectacular. Toda una experiencia gastronómica.

Lo mejor:
- Visitar el pueblo, pasear e impregnarme de su magia.
- Las especialidades gastronómicas de la zona: Probar el delicioso foie gras de pato, realmente un manjar. Una auténtica exquisitez.
- El paisaje hasta llegar al pueblo es espectacular.
- Su arquitectura, tanto civil como religiosa, merecen una visita.
No hubo nada negativo en este lugar, todo resulto maravilloso.
Espero que os haya gustado...