Lejos queda el año 2.005, cuando, en un viaje a la vecina Francia, tuve la suerte de visitar Le Mont Saint Michel (El monte San Miguel) que está ubicado en la región de Normandía (y no en la Bretaña como la mayor parte de la gente cree).
Al ser tan plano el territorio, la marea sube a velocidad de vértigo. Cuentan las leyendas que sube a la velocidad que galopa un caballo...
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Parte del antiguo cementerio de la Abadía |
El monte se sitúa sobre una gran planicie en la que las mareas juegan un papel muy importante. Éstas mareas de la bahía son espectaculares y contribuyeron mucho a hacer del monte una fortaleza inexpugnable.
Durante siglos únicamente era accesible por vía terrestre en los momentos de marea baja, y por vía marítima cuando la marea era alta.
Actualmente se puede acceder a la abadía en todo momento gracias a la carretera que lleva a los pies de la roca, aunque podéis leer más abajo que esto se modificará en breve.
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Desde lo alto de la Abadía donde las vistas del estuario son increíbles... |
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Mi amiga Belén contempla el paisaje con la marea baja |
Desde Abril de 2012 existe una nueva regulación:
Antaño fue una isla, una fortaleza accesible sólo en épocas de marea baja. Pero el turismo de masas hizo la roca transitable y cambió el agua que la rodeaba por miles de hectáreas de coches 'visitantes'.
Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1979, el Mont Saint Michel quiere recuperar la esencia perdida, volver a convertirse en ínsula, y por eso prohibirá desde hoy el estacionamiento de vehículos a los pies de la abadía.
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Le Mont Saint Michel CON MAREA BAJA |
"Se trata de una gran revolución en un momento importante, pues va a cambiar los hábitos de los turistas y abrirá una nueva etapa en las operaciones puestas en marcha para devolver al monte su carácter marítimo", ha asegurado Laurent Beauvais, presidente de la región Baja Normandía.
El camino de acceso a la abadía será a partir de ahora poco menos que una peregrinación. Los turistas tendrán que dejar su vehículo en la parte terrestre, a tres kilómetros del monte, caminar 900 metros de trayecto a pie y después cruzar en lanzadera los dos kilómetros de dique que llevan al monumento.
La gran explanada de 15 hectáreas de hormigón en la que hasta ahora esperaban los vehículos a los turistas será destruida. La medida cambiará la 'foto' del monumento. Más postalera y menos sucia, más natural y libre de polución. "La idea es que no haya otra construcción en el entorno que la creada por la naturaleza", explica François Xavier de Beaulaincourt, miembro del sindicato mixto que ha llevado a cabo la iniciativa.
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Le mont Saint Michel CON MAREA ALTA |
Aunque turisticamente sea más incómodo a mí me parece muy buena idea.
Le Mont Saint Michel es un lugar que me cautivó y al que tengo muchísimas ganas de volver.
Fotos y Textos: Trini Fernández.